jueves, 13 de agosto de 2020

A las mujeres hay que ignorarlas

Razones por las que ignorar a las mujeres es la opción más saludable para los hombres


    1. Quedan pocas mujeres humildes. Hace mucho tiempo, al hombre decente y trabajador se le garantizaba una esposa virgen con la cual podía formar una familia sólida y estable, que además era la base de la sociedad. A causa, de entre otras cosas, de la segunda y tercera ola de feminismo, las mujeres de hoy deciden que están "listas para una relación" cuando tienen más kilómetros que la furgoneta del Equipo A. Algunos estudios indican que las mujeres en occidente pierden la virginidad alrededor de los 15 años (según ellas), tienen mucha más experiencia sexual que los jóvenes de su edad y engañan a su pareja aproximadamente el doble de veces.

    2. Aumento de las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Esto se da especialmente en los países anglosajones como Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Canadá, pero en Europa también empiezan a ser algo común. Un estudio publicado recientemente demostró que al menos una de cada cuatro mujeres adolescentes habría contraído una ETS. Estas mujeres van a continuar acumulando experiencias hasta que estén "listas para una relación seria" (esto sucede normalmente cuando se acercan a los 30). No sé tú, pero yo no jugaría a la ruleta rusa con mi salud, especialmente cuando se está comenzando a relacionar las ETS, como las provocadas por ciertas variantes del virus del papiloma humano, con algunos tipos de cáncer. Ciertos VPHs pueden provocar verrugas incluso dentro del pene.

    3. Las mujeres se han convertido en un grupo de riesgo a la hora de sufrir trastornos psiquiátricos, los cuales están aumentando de manera galopante entre las mujeres de occidente, siendo ellas más propensas que los hombres a sufrir este tipo de desequilibrios. Así que es posible que la maravillosa mujer con la que planeas casarte sea en realidad una bomba de relojería que puede reventar en cualquier momento.

    4. La mayoría de mujeres en occidente han crecido en un ambiente que las ha convertido en incapaces de mantener una relación estable con un hombre. Desde la más tierna infancia notan cómo todo el mundo las trata como princesas, y desde los medios y la publicidad se les envía el mensaje de que ellas se "merecen" cualquier cosa en la vida "porque ellas lo valen". Una vez que alcanzan la pubertad, se dan cuenta del enorme poder sexual que poseen y lo utilizan sin reparo para conseguir todo tipo de ventajas. Este comportamiento provoca que cuando alcancen una edad adulta se enfrenten con unas expectativas poco realistas sobre el mundo, lo que nos lleva al siguiente punto:

    5. La hipergamia de las mujeres está hoy en día completamente desatada. Desde siempre se ha sabido que la naturaleza de las mujeres es elegir al mejor hombre posible, pero hoy en día cualquier mujer -incluso la más fea- tiene una lista de requisitos interminable e imposible de cumplir. El hombre amable, noble, apañado y trabajador de antaño no es suficiente en 2014. Por supuesto, ya sabes que debes ganar más dinero que ella (porque las mujeres buscan por instinto a un hombre que esté por encima de ellas). Tienes que ser además igual o mejor que sus novios anteriores, has de tener "chispa" y convertirte en su bufón personal; te comprometes a (por si no fuese suficiente todo lo anterior) hacerle regalos y dedicarle el 100% de tu atención, ser buen electricista y fontanero, superar sus aros psicológicos, satisfacer cada deseo, cada sueño, realizar varios milagros y (finalmente...) caminar sobre el agua como Jesucristo. Morir en la cruz por sus pecados no es obligatorio, pero también puede darte puntos.

    6. Si te paras a pensarlo, encontrar a la mujer "ideal" hoy en día es prácticamente imposible. A diferencia de ellas, la mayoría de hombres no tenemos una lista interminable de requisitos. Normalmente no nos complicamos demasiado la vida. Simplemente con que la mujer sea tranquila, no tenga demasiado equipaje emocional, no tenga una personalidad conflictiva, sea fiel, se cuide un mínimo y satisfaga nuestras necesidades sexuales es suficiente. Cocinar y limpiar le dan puntos.

    Como no se requiere un esfuerzo sobrehumano para comportarse de manera correcta y educada, mantenerse en forma y no actuar de manera ordinaria, podría decirse que las expectativas de hombre son objetivamente realistas. Pero es que incluso estas mínimas expectativas parece que se le antojan demasiado a la mujer. Si excluimos a las mujeres con tatuajes, a las mujeres demasiado vagas para hacer deporte, a las mujeres con un extenso historial sexual, a las mujeres con ETS, las mujeres que han tenido abortos, a las mujeres con hijos de otros hombres y a las mujeres con actitudes repulsivas, nos quedamos solamente con el 0.00000001% de las mujeres en occidente como mucho. Es como buscar una aguja en un pajar, así que prefiero pasar el tiempo con mi XBox 360, Playstation 3 y Nintendo Wii, muchas gracias.

    7. Las mujeres hoy en día son fácilmente irritables. Es como caminar continuamente por un campo de minas. Para complicarlo aun más, han perfeccionado el arte de inventarse preguntas para las que no existe una respuesta correcta, como por ejemplo:

    "¿Crees que estoy gorda?"
    "¿Qué estás mirando?"
    "¿Te gustan otras mujeres?"
    "¿Confías en mí?"
    "¿Por qué quieres un test de paternidad? ¿acaso no confías en mí?"
    "¿A dónde crees que va lo nuestro?"
    "¿Qué somos?"
    "¿Estás diciendo que no quieres seguir con esto?"

    No hay recompensa en todo el mundo lo suficientemente grande para que compense tener que lidiar día si y día también con estos jueguecitos psicológicos. Una vida entera caminando por este campo de minas es una tortura. No gracias.

    8. Querrá comerse su trozo de tarta y la tuya. Las mujeres "empoderadas" solo quieren ser tradicionales cuando les interesa. Los ejemplos incluyen: Cuando el camarero trae la cuenta, cuando algo se rompe y hay que arreglarlo (o pagarlo), cuando se necesita protección física, etc. Vas a tener que jugar según sus reglas y aceptar sus dobles raseros. Porque si tú no lo haces, alguien más lo hará. Los números están a su favor.

    9. Es caro. En el bar se supone que tienes que invitarla a una copa. En el restaurante, la sola mención de dividir la cuenta desatará la ira del averno. Se espera que le subvenciones si no todas, la mayoría de las citas. También se supone que debes hacerle regalos en fechas señaladas, como San Valentín, Navidades, su cumpleaños, vuestro aniversario y cualquier otra ocasión que a ella le parezca merecedora de regalo. Los anillos de boda son caros, las bodas son caras, las lunas de miel son caras, los niños son caros y las costumbres (de ellas) son caras. Si decides comprometerte con una mujer en occidente, te estarás condenando a una esclavitud financiera perpetua, puedes apostarte hasta tu último mísero céntimo. Si te crees que la mujer de hoy en día se merece estos costes astronómicos, allá tú. Mi opinión ya la sabes.

    10. Los hombres han perdido cualquier resquicio de autoridad en su propia casa. Debido al entorno misándrico y a las leyes anti-hombre de occidente, los maridos y padres han sido castrados y desautorizados sistemáticamente. Un paso en falso y tu esposa puede hacerte picadillo, imponer órdenes de alejamiento o conseguir que acabes entre rejas. Ningún hombre, ni siquiera el más inocente, está a salvo de esta realidad. La mujer a la que le has profesado tu amor incondicional podría dejarte por otro hombre en un abrir y cerrar de ojos, y además ser premiada por su falta de compromiso. Lo que nos lleva al siguiente punto:

    11. El divorcio es una pesadilla para los hombres. Estadísticamente hablando, entre el 50% y el 65% de los matrimonios acaban en divorcio, con las mujeres iniciándolo el 85% de las veces. La ley del divorcio "libre" permite a las mujeres iniciarlo sin ningún motivo. En los "tribunales de la familia", a las mujeres les conceden la custodia el 90% de las veces, dejándole a los hombres que se hagan cargo solamente de los temás económicos, como la pensión de manutención y/o compensatoria. Hay estudios que revelan que la vida post-divorcio puede ser una auténtica pesadilla para los hombres, dejándoles en una situación financiera lamentable, que en muchos casos no llegarán a superar en lo que les queda de vida.

    12. El fraude en la paternidad es cada vez más frecuente en occidente, con los EE UU al frente. Según algunos estudios, esto puede llegar al 30% o más. Esto significa que casi 1 de cada 3 hombres está criando y manteniendo los engendros de un tercero. Para echarle más sal a la herida, el padre no biológico está considerado como el padre "de facto" de la criatura, siendo obligado a pagar la manutención llegado el caso. Puede darse la situación que tu pareja te haya sido infiel y que aún encima tengas que pagarle por ello y por el hijo de otro.

    13. La sociedad en occidente está en declive en muchos aspectos. La situación económica, laboral, el pandillaje, el mobbing y otras formas de abuso están a la orden del día. Ningún niño debería crecer en un ambiente tan contaminado. No se lo desearía ni al hijo de mi peor enemigo, por eso no voy a condenar al mío.

    14. Tú eres responsable por las acciones de tus hijos. Como si tener hijos no costase lo suficiente, pueden obligarte a pagar por los daños y desperfectos que ellos ocasionen.

    15. La calidad del sexo se desploma después del matrimonio. En el pasado, cuando los hombres se pasaban todo el día en el trabajo, regresaban a sus hogares donde les aguardaban esposas que les sabían apreciar, con cenas calientes, casas limpias y sexo más o menos frecuente. Hoy en día los hombres trabajan más horas que nunca, y cuando llegan a casa se encuentran a esposas quejumbrosas, comidas de microondas, casas sucias y sexo escaso o inexistente. Lo que los "malotes" consiguieron tanto, fácil y frecuente en su juventud, los hombres casados lo tienen que pagar a precio de oro. La mayoría de las veces tienen incluso que rogar, rebajarse y arrastrarse para conseguirlo. Sin olvidar que los "malotes" disfrutaron de ellas en su mejor época, mientras que tú, el esclavo castrado, te vas a quedar con las sobras recalentadas.

    Los hombres casados experimentan poca paz y tranquilidad en su casa, especialmente si tienen hijos. Las interrupciones y las molestias son constantes y pueden mandar al manicomio hasta al hombre más cuerdo. ¿Tus hobbies? Puedes enterrarlos. ¿Tus amigos? Apenas los verás. Eso si, las quejas, los lamentos, el "saca la basura", el sexo penoso, etc. Todo eso es lo que vas a tener a diario si piensas casarte, así que espero que lo disfrutes.

    ***************

    Teniendo en cuenta todo esto, parece que en los países del occidente feminizado, perseguir a las mujeres no parece un negocio demasiado beneficioso para el hombre. Además, parece que las ventajas que obtiene el hombre son inversamente proporcionales a su nivel de compromiso, siendo el matrimonio claramente la opción menos recomendada.

    Las mujeres occidentales, con la ayuda de los gobiernos que se sacan de la manga leyes discriminatorias, han liquidado completamente el contrato social y la dinámica de las relaciones hombre-mujer. Para adaptarse a esta nueva realidad, los hombres están eligiendo boicotear el matrimonio en masa. Y lo hacen cada vez en mayor número, posiblemente sin vuelta atrás. Y en el improbable caso de que se produzca un milagroso retorno al pasado, los cambios no ocurrirían probablemente hasta que a la mayoría de hombres y mujeres que leen este artículo ya se les haya pasado el arroz, o posiblemente estén bajo tierra.

    Todos somos víctimas de la agenda de despoblación de la élite. Considerando que la mayoría de hombres están biológicamente programados para tener sexo y reproducirse, le recomiendo a los lectores que busquen una manera alternativa de satisfacer sus necesidades, a la vez que ignoren a las mujeres masculinizadas de occidente.



Fuente: hoplita

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