Por lo visto cada vez hay más chicas que se hacen un tinder de esos para que las inviten a cenar, y sin tener la más mínima intención de conocer a alguien pues lo que buscan es un proveedor o pagador de cenas, y miles de ellos que hay encantados de prestarse.
Son esos mismos hombres a los que luego se les llena la boca hablando mal de la prostitución, diciendo que quienes van de putas son patéticos y unos perdedores, sin llegar nunca a ver lo que tienen delante.
Dicen que incluso hay competiciones entre chicas, a ver quien es la que consigue más cenas gratis en un mismo mes natural, y llaman pagacenas a los que antes llamaban pagafantas, que han pasado a ser pagafantas nivel Dios. Ignoro si será verdad o mentira porque una chica que esté medianamente bien, siempre tiene a unos cuantos huelebragas a su alrededor dispuestos a invitarla a cenar o a lo que sea, sin tener que estar arriesgándose a quedar con desconocidos o a que el supuesto paganini haga mutis por el foro y tenga ella que pagar la cuenta de los dos.
Yo lo tengo claro: la primera cita es un café, un vino o una cerveza y dura diez minutos contados de móvil. Pago yo, pues yo soy quien elige día, sitio, hora y duración de dicha primera cita. Y si a ella no le gustan mis condiciones, siempre puede decir que no.
A esa primera cita acudo en chándal caro y tenis más caros aún, y saco un fajo de billetes cuantos más grandes mejor para pagar una cuenta de pocos euros, con el objetivo se crean que soy traficante o algo así.
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